viernes, 24 de septiembre de 2010

El Hombre Bicentenario

¿Quién dice que los robots no pueden parecer humanos?

En esta entrada les hablaremos sobre la historia de uno de los hombres que ha vivido más tiempo dentro de la literatura, tan famoso que el autor ganó en 1977 el obtuvo el Premio Hugo y el Premio Nébula, y fue llevado a la pantalla grande en un filme del mismo nombre que obtuvo un galardón en la categoría Best Makeup (mejor maquillaje). Este es El Hombre Bicentenario…
En este libro de Isaac Asimov (si, el mismo que inventó las 3 leyes de la robótica) nos cuenta esta maravillosa historia acerca del deseo que desarrolla un robot (Andrew) por convertirse en un humano, el cual va desde poder tener expresiones, comer, dormir, hasta el hecho de poder sentir, al grado de poder contar con más sentimientos que muchos se niegan a expresar. Es por ello que nos atrevemos a decir que si la mayor virtud de un héroe es el sacrificio, claramente Andrew llega a formar parte de esta categoría.
Sin duda alguna es una de las obras más emotivas de Asimov, ya que nos va narrando de tal manera que se puede vivir cada momento, desde el deseo del robot por ser humano en su completa expresión, hasta sufrir por “el valle inquietante” que conlleva cierto rechazo por parte de los mismos humanos.
A medida que se avanza en la lectura de las páginas del libro y se desarrolla la historia se va tomando un gran cariño al personaje, debido a que el autor nos involucra profundamente en la situación; y al finalizar la lectura nos hace llegar al límite de la reflexión, con la cuestión ¿Cómo es posible? Sí, cómo un robot, creación del humano, puede tener ese deseo de igual y libertad más concreto de una persona.
Por medio de esta historia el autor nos muestra en forma de ciencia ficción los aspectos evolutivos del ser humano, viéndolo a través de un robot que en 200 años nos permite conocer el deseo de la libertad e igualdad, es por ello que por medio de todo el aprendizaje que obtuvo todos esos años se convirtió en el Hombre Bicentenario, puesto a que es una máquina creada por el hombre le llevó nada más una fracción de tiempo el hacerlo posible mientras que a nosotros como seres humanos que somos capaces de evolucionar nos ha costado llegar a ese punto.
Por todo esto, este relato es una excelente reflexión que se puede leer en cualquier momento ya que es aplicada a varias de las situaciones que se están viviendo actualmente.
            Ficha Bibliográfica:
Asimov, Isaac
El hombre bicentenario (1976)
211p.p.
ISBN: 0-385-12198-9

viernes, 10 de septiembre de 2010

Avances en la Medicina.

Como la mayoría de nosotros sabemos, grandes avances de la Robótica en el siglo XXI han venido a revolucionar nuestra sociedad en diferentes ramas de estudio, debido a que sería muy extenso hablar sobre todos estos avances (además, si los dividimos nos sale más de una entrada) esta semana les platicaremos un poco sobre los avances que ha habido en el área de la medicina:


Incluso en la mano del más experto cirujano, la aguja de la biopsia jamás entra con la precisión matemática ni con la velocidad necesaria hasta el punto deseado. En numerosas intervenciones quirúrgicas, como las biopsias renales y hepáticas, o las operaciones con láser en las vías urinarias, la precisión es fundamental: el avance lento y progresivo de la sonda, y la detención inmediata del rayo láser cuando la sonda se separa del tejido, y no un instante antes. Las manos del cirujano, por experto que sea, no pueden compararse con la precisión de un robot.

Por lo tanto, uno de los inventos que representa un gran avance en la Robótica sin duda alguna es el Robot Da Vinci: un sistema robotizado desarrollado por Intuitive Surgical, cuya descripción consiste de dos módulos, el brazo que permite intervenir mediante laparoscopia a un paciente y la terminal de control que permite al cirujano realizar la intervención.

Contando con cuatro brazos robóticos, dos llevan cámaras de alta resolución que se introducen en orificios de apenas unos milímetros que le dan al cirujano una visión 3D de la zona donde se está operando y otros dos brazos permiten manipular el entorno por medio de útiles intercambiables que varían en diferentes tipos. En cuanto a lo que concierne con la terminal, ésta se puede dirigir gracias a la intervención del sistema informático integrado en ella, donde el cirujano podrá operar en áreas muy pequeñas del cuerpo y realizar incisiones muy precisas eliminando los posibles movimientos involuntarios, es por ello que este robot se emplea principalmente para operaciones de cáncer de próstata, aunque su uso se puede extender a diferentes operaciones que van desde una cirugía abdominal hasta una ginecológica.

Entre otras funcionalidades, Da Vinci dispone de la capacidad de comunicarse remotamente entre el brazo y la consola, lo que ha permitido que el robot se haya empleado en operaciones donde el cirujano se encuentre en un país diferente a aquel donde se está realizando la intervención.

Esto se pudo ver en un caso de intervención quirúrgica que se expuso durante el Congreso Mundial de Robótica, en el cual participaron especialistas de 51 países, entre ellos técnicos de la NASA, donde el protagonista principal fue un brazo mecánico instalado en la sala de operaciones del Hospital Policlínico que pudo realizar una biopsia prostática manejado desde un aula del politécnico de Milán.

Pero los robots no sólo intervienen quirúrgicamente a los humanos: también toman su lugar como pacientes. Ya se han creado robots que se "enferman" y en los cuales se investiga la evolución de las enfermedades y los tratamientos. Durante este congreso también fue presentado Michelangelo, un robot que es capaz de simular a la perfección los síntomas de treinta y siete patologías cardiacas. Además puede verificar los efectos de los hipotéticos tratamientos y hasta "morirse" si éstos son inadecuados.

Como podemos ver, la medicina se ve beneficiada por las avances en la tecnología de la robótica, en próximas entregas les hablaremos de otros campos de aplicación cuya evolución va de la mano con el tema principal de este blog, e incluso les presentaremos algunas curiosidades sobre esta rama, así que esperamos su visita en este blog cada semana (a excepción la semana de exámenes), y saben que cualquier duda la pueden dejar en los comentarios.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Sobre leyes y diseños...

Como lo prometimos en la entrada anterior, esta vez les hablaremos sobre por qué los robots no podrán esclavizarnos y usarnos como sirvientes… (Por ahora); debido a que vamos un paso adelante de la inteligencia artificial, ya hemos ideado algoritmos que evitarán el fin de la humanidad, al menos en manos de los robots.

Todo esto se lo debemos a Isaac Asimov, quien allá por 1942, escribía las tres Leyes de la Robótica, que en esencia las hizo para evitar que un robot pudiese dañar a un humano. Las tres Leyes eran las siguientes:

1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano, o por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Estas leyes a primera vista parecen sencillas, pero a su vez encierran a los robots en un mundo inofensivo hacia los humanos; con un limitado número de “vacios” es casi imposible que los robots puedan llegar a ser un tema de preocupación para la humanidad.

Ahora que podemos tener confianza que estos organismos cibernéticos no podrán dañarnos, al menos hasta la llegada de la computación cuántica, pasemos a otros asuntos, porque hasta ahora solamente hemos hablado de robots generalizando, incluso dentro de estos entes, podemos encontrar clasificaciones.

En este caso les mostraremos algunas, por tipo de robot y su finalidad:

-Androides: Son robots que parecen ser y actúan como seres humanos. Los robots de hoy en día vienen en todas las formas y tamaños, pero a excepción de los que aparecen en ferias y espectáculos, no se parecen completamente a las personas y por lo tanto no son androides.
-Móviles: Están provistos de patas, ruedas u orugas que los capacitan para desplazarse de acuerdo su programación. Elaboran la información que reciben a través de sus propios sistemas de sensores y se emplean en determinado tipo de instalaciones industriales, mayormente en el transporte de mercancías en cadenas de producción y almacenes, aunque se les puede ver en la investigación de lugares de difícil acceso o muy distantes (con muy distantes, nos referimos a planetas).
-Zoomórficos: Su principal característica es que poseen sistemas de locomoción que les permite imitar a diversos seres vivos.
-Médicos: Son, fundamentalmente, prótesis para disminuidos físicos que se adaptan al cuerpo y están dotados de potentes sistemas de mando, así como existen manos robóticas de alta precisión capaces de sustituir el factor humano implícito en una cirugía, pudiéndose controlar remotamente.
-Industriales: Son artilugios mecánicos y electrónicos destinados a realizar de forma automática determinados procesos de fabricación o manipulación de objetos, poseen precisión en algunos casos nanométrica, situaciones donde las capacidades del ser humano son limitadas.
-Híbridos: Estos robots corresponden a aquellos de difícil clasificación cuya estructura resulta de una combinación de las expuestas anteriormente.


Como podemos ver, existen multitud de robots, pero el “Androide” es considerado como el icono para la mayoría de las personas, ya que en este tipo de robots se centran los principales fabricantes para mostrar sus grandes avances, en este caso, les dejaremos un video de uno de los proyectos más ambiciosos por parte de Honda, que ha logrado un robot de aspecto humanoide, y claramente nos muestra que cada día la ficción se acerca a la realidad, esperamos disfruten el video para que con ansias podamos compartir con ustedes la próxima entrada.Robotec.



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