¿Quién dice que los robots no pueden parecer humanos?
En esta entrada les hablaremos sobre la historia de uno de los hombres que ha vivido más tiempo dentro de la literatura, tan famoso que el autor ganó en 1977 el obtuvo el Premio Hugo y el Premio Nébula, y fue llevado a la pantalla grande en un filme del mismo nombre que obtuvo un galardón en la categoría Best Makeup (mejor maquillaje). Este es El Hombre Bicentenario…
En este libro de Isaac Asimov (si, el mismo que inventó las 3 leyes de la robótica) nos cuenta esta maravillosa historia acerca del deseo que desarrolla un robot (Andrew) por convertirse en un humano, el cual va desde poder tener expresiones, comer, dormir, hasta el hecho de poder sentir, al grado de poder contar con más sentimientos que muchos se niegan a expresar. Es por ello que nos atrevemos a decir que si la mayor virtud de un héroe es el sacrificio, claramente Andrew llega a formar parte de esta categoría.
Sin duda alguna es una de las obras más emotivas de Asimov, ya que nos va narrando de tal manera que se puede vivir cada momento, desde el deseo del robot por ser humano en su completa expresión, hasta sufrir por “el valle inquietante” que conlleva cierto rechazo por parte de los mismos humanos.
A medida que se avanza en la lectura de las páginas del libro y se desarrolla la historia se va tomando un gran cariño al personaje, debido a que el autor nos involucra profundamente en la situación; y al finalizar la lectura nos hace llegar al límite de la reflexión, con la cuestión ¿Cómo es posible? Sí, cómo un robot, creación del humano, puede tener ese deseo de igual y libertad más concreto de una persona.
Por medio de esta historia el autor nos muestra en forma de ciencia ficción los aspectos evolutivos del ser humano, viéndolo a través de un robot que en 200 años nos permite conocer el deseo de la libertad e igualdad, es por ello que por medio de todo el aprendizaje que obtuvo todos esos años se convirtió en el Hombre Bicentenario, puesto a que es una máquina creada por el hombre le llevó nada más una fracción de tiempo el hacerlo posible mientras que a nosotros como seres humanos que somos capaces de evolucionar nos ha costado llegar a ese punto.
Por todo esto, este relato es una excelente reflexión que se puede leer en cualquier momento ya que es aplicada a varias de las situaciones que se están viviendo actualmente.
Ficha Bibliográfica:Asimov, Isaac
El hombre bicentenario (1976)
211p.p.
ISBN: 0-385-12198-9